“Antes existía el Gran Spirou. A partir de ahora, existirá el Pequeño Spirou. Entendámonos: Si bien el Pequeño es más pequeño que el Grande (que es el más grande)… el Pequeño no es el hermano del Grande, no es sino el Grande cuando era pequeño. Pero atención: Simplificando, podría pensarse que el Grande es para lectores grandes, y el Pequeño para lectores pequeños… Sería demasiado simple. El Pequeño Spirou es para pequeños y grandes igual que el Grande… (que ha conquistado ya a tantos grandes y pequeños). ¿Me seguís? ¿No?”
Así empezaban los álbumes de tapa dura del Pequeño Spirou que yo leía antes, cuando era pequeño, alternando con la lectura de los álbumes de Spioru, el grande. Ahora, que soy grande, recuerdo al pequeño mientras vuelvo a usar ese mismo juego de palabras y conceptos con los pequeños participantes del V campamento de Lectura de la Casa del Lector, a los que ayudamos a entender los conceptos de escala y proporciones humanas de la mano de este pequeño-gran personaje, Spirou.
Han sido tres semanas de campamento urbano, ¡en el que llevamos participando ya cinco años consecutivos! esta vez inspirados por la exposición de ilustraciones “Spirou en Madrid”, que los asiduos lectores del personaje pudieron disfrutar hasta mediados de Julio.
El botones Spirou, junto a su amigo Fantasio y su fiel mascota Spip, nos acompañaron en varios talleres; no solo jugando con la escala, sino también guiándonos en emocionantes viajes de Lego a Nueva York, a visitar enormes rascacielos, y a China, a recorrer la kilométrica muralla. Además, como buen investigador y experto aventurero, nos ayudó a resolver las pistas que nos ofrecía el edificio de Casa del Lector, el antiguo matadero vacuno:donde dos equipos donde avezados investigadores pusieron todos sus sentidos en funcionamiento para entender, recorrer y apropiarse del este fantástico edificio.
Este año hemos disfrutado con ocho grupos diferentes de edades comprendidas entre los 4 y los 7 años, los 8 y 11 y los ya adolescentes de 12 a 14 años. Cada grupo constituye una oportunidad para reinterpretar y experimentar con los distintos conceptos.
Damos las gracias a Spirou, a la Casa del Lector (Javier, Charo, Fátima y el resto del equipo), por abrirnos una vez más sus puertas llenas de fantasía, creatividad, pasión y diversión. También a Verónica Cardenas, arquitecta e investigadora que ha venido desde México y que ha sido un apoyo fundamental en los talleres. Y por supuesto estamos enormemente agradecidos a esos chiquitectos incondicionales que vemos crecer, taller tras taller, entre las paredes de La Nube 🙂
En estos enlaces os dejamos una muestra de lo que han sido estas semanas:
Grupos: 4-7 años, 8-11 años y 12-14 años
Nos vemos el próximo curso. ¡Qué este verano os acompañe la lectura de alguna de las aventuras de nuestro botones favorito!
Pablo Albaladejo es arquitecto y chiquitecto