Sábado 16 enero. 9:15 a.m. Primer día del Encuentro de Educación en Arquitectura. Hace mucho frío en Madrid, pero nada más cruzar la puerta nos esperan cálidos reencuentros y nuestros compañeros de sinergia sostenible a los que echamos una mano en el montaje de la exposición Green&Play, de la que formamos parte y que luego llevaremos a la URJC en Fuenlabrada.
Ayudamos a repartir acreditaciones a las chicas de Cuartocreciente las organizadoras junto a Jorge Raedo, y a recibir a los asistentes. Y es ahí es cuando te das cuenta de la importancia de este tipo de encuentros, allí estábamos todos, todos los que gracias a las redes ya nos conocemos y otros muchos colectivos que se han subido a este tren de la educación y la arquitectura.
Las conferencias trajeron a personas de todos lados, que no sólo nos dieron pistas de cómo trabajan, también ganas de seguir impulsando nuestro modelo educativo y algo de envidia por el apoyo social e institucional tan fuerte que reciben muchos de ellos. Aunque de todos se podían extraer grandes ideas y pensamientos, nos quedamos con Mina Sava, que ha llevado con éxito los talleres de De-a-Arhitectura por toda Rumanía, con Xosé Manuel Rosales, que logra que los estudiantes gallegos conozcan su propio territorio y arquitectura local gracias al material didáctico de Proxecto Terra. También nos emocionó Javier Abad, que con un discurso absolutamente entusiasta habló de relaciones, juegos, arte y espacios en las escuelas infantiles acompañado de unas preciosas imágenes de instalaciones en guarderías, y por supuesto el fantástico proyecto de Irene Quintáns, la Red Ocara en Latinoamérica que sigue creciendo día a día.
Si tenemos que elegir, nos quedamos con esos intermedios, esas pausas entre las conferencias en las que compartes comentarios y experiencias con otros grupos de convicciones parecidas, o donde nos aborda gente que nos sigue, a la que conocemos través de las redes y a los que, por fin, ponemos rostro. Sentir que todos somos inspiración para el resto, y a la inversa, es algo muy gratificante.
El domingo continuaron las conferencias de Carolina Pizarro -a la que conocimos el viernes y ya nos había hablado de los Arqui-ticos –y más tarde, Claudia Stella Celis que ha participado en varios programas estatales que demuestran el interés del gobierno colombiano por estos temas. Las ponencias finalizaron con Miguel Rodríguez, de Basurama, que una vez más y a pesar de conocer todos los proyectos que presentó, nos encandiló con su oratoria, su gran trabajo y su buen humor, a pesar de algunos inconvenientes técnicos. 😉
El tiempo dedicado a las mesas de trabajo se convirtió, como era de esperar, en un intercambio de ideas. Desde el estrado, acompañamos a Jorge Raedó junto a Anabel Varona de Maushaus y Joan Vitoria de El globus vermell y escuchamos muchas opiniones para las que no había habido tiempo el día anterior. Fue patente que éste resultó escaso también el domingo, pero al menos quedó claro que el tema genera interés, y ya no solo entre los arquitectos, sino también entre los docentes, que manifestaron su preocupación por los espacios educativos…un tema que se trató muy por encima y que, sin embargo, tiene muchísima importancia. Hablar de arquitectura a los mas pequeños en un lugar que carece de interés espacial es posible si, aunque quizás sería mejor que ellos mismos apreciaran las calidad y las cualidades de su propio colegio o aula…pero esa es otra lucha, que daría casi para otro congreso.
Como siempre, ha sido un placer reencontrarnos con viejos compañeros de batalla como arquitectives, el globus vermell, Maushaus, cuartocreciente, la casa de tomasa, proxecto terra, arquitectura minúscula y sinergia sostenible por fin poner cara a Arkikids y compartir experiencias con nuevos colectivos implicados en el tema que cada vez son más (¡y por eso no los enumeramos!), lo cual es una buena noticia, ya que indica que algo está cambiando en la educación. 🙂
Maria Bescansa y Almudena de Benito son arquitectas y chiquitectas.