Otro verano más, hemos tenido el gusto de colaborar con la Obra Social Caja de Ávila en los cursos de verano de Las Navas del Marqués.
Comenzamos con la idea de refugio, de guarida, el espacio mínimo que necesitamos para sentirnos cómodos. Surgieron reflexiones muy interesantes sobre el lugar, el entorno de nuestro refugio, el genius loci …y sobre qué cosas realmente son imprescindibles para esa supuesta vida diaria que nos imaginamos en un terreno completamente desconocido.
Hubo tiempo también para el trabajo en equipo, sin el cual hubieran sido imposibles las grandes construcciones espaciales que nos ayudaron a experimentar distintas sensaciones, a trabajar con conceptos como la escala y la proporción y a jugar con las estructuras.
Hemos explorado y recorrido el edificio en el que hemos pasado estos días, obra del arquitecto José Manuel Sanz, para comprender la relación entre la representación gráfica y la obra construida.
Y después de tanto ajetreo, finalizamos de nuevo en casa, en el hogar, ese espacio íntimo, construido con materiales reciclados, que cada uno de los chiquitectos imaginó a su antojo.
Esperamos volver a repetir el año que viene y agradecemos desde aquí a Ana toda la ayuda que nos ha prestado. 🙂