Finalizamos este curso 22-23 viajando a Paris para una nueva colaboración con el Instituto Cervantes que nos invitó como cierre del programa de español para niñas y niños que este año se han dedicado al urbanismo.
Bajo el nombre de “Cervantitos urbanistas” este grupo de participantes se implicó desde el primer momento en la construcción de una ciudad que cubriera sus necesidades y sus deseos.
En estos talleres se suele plasmar el imaginario colectivo sobe el entorno urbano que tienen estos pequeños habitantes que, según donde nos encontremos, tratamos de modificar, enriquecer y transformar con el fin de conocer otras realidades que mejoran la vida de los y las ciudadanas.
En este caso, la transformación experimentada por París en los últimos años debido a la aplicación de medidas para reducir el tráfico rodado y, en consecuencia, el uso de otros medios de transporte no contaminantes como las bicicletas ha dejado huella en estas niñas y niños. Se mueven por la ciudad en transporte público y disfrutan de espacios peatonales ganados a los coches como los más de tres kilómetros de la ribera del Sena, por donde pasaban 43.000 vehículos al día. Nos ha impresionado tanto la trasformación de París que lo hemos contado en nuestro canal de twitter .
El taller lo llevamos a cabo en una de las salas del instituto, posiblemente sea uno de los espacios más bonitos en los que hemos realizado una actividad de Chiquitectos. Y como el entorno cercano también inspira, hubo algún chiquitecto que se empeñó en que la ciudad tuviera un castillo… al que por supuesto ¡se podía llegar en bicicleta! 😀
Esta ciudad chiquitéctica también tenía un hospital, un colegio, una biblioteca y hasta un museo de dinosaurios. Edificios de viviendas con huertos y placas solares, un río plagado de peces y un parque fluvial con gente tomado el sol, se nota que estamos en verano y que los cervantitos urbanistas van mucho a #parisplages, una iniciativa estival cultural y de ocio a la orilla del Sena.
Mil gracias a los y las participantes por la acogida y el entusiasmo con el que se implicaron en nuestros talleres y también gracias al equipo que lo ha hecho posible especialmente a Eduardo y Sandra. ¡Estamos desando volver!