El sábado pasado volvimos a La Cocinita de Chamberí para hacer un poco de urbanismo comestible 😉
Los chiquitectos se esmeraron, durante dos horas, en construir entre todos una ciudad en la que no faltó de nada. Tras analizar algunas ciudades del planeta decidieron que la suya iba a tener río y mar.
Y así fue, una corrriente salada atravesó la ciudad un extremo a otro, dejando a los lados algunos edificios flotantes, espacios verdes, torres, bloques de viviendas y hasta un colegio, todos ellos conectados por una red viaria en la que no faltó el carril bici. Hicimos hincapié en los transportes públicos y en los espacios para los peatones, dejamos los coches de lado, construimos una estación de tren y finalmente ¡inundamos todo de frondosos árboles!
Muchas gracias a La Cocinita por hacernos sentir como en casa, o más bien, ser como la cocina de la nuestra.