En un lugar de Pozuelo de cuyo nombre nos acordaremos siempre, hemos pasado tres fantásticos días rodeados de libros y de mil y una historias que somos capaces de imaginar tras la lectura..
Coincidiendo con el día del libro, y en el marco del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, se ha celebrado un año más la Feria del Libro de Pozuelo.
Una vez más, agradecemos al ayuntamiento que haya contado con nosotros para formar parte del programa de la feria, que nos permitió disfrutar de la compañía de Don Quijote y Sancho Panza (acompañados de un zancudo molino) y también de la de William Shakespeare, que se paseaba por la feria charlando con los visitantes. Incluso pudimos ver a tres dragoncillos que, entre representaciones de teatro (por cierto, ¡enhorabuena a nuestros amigos de impromadrid!) y otros talleres, se paseaban por el bulevar de la Avenida de Europa divirtiendo a los lectores, mayores y pequeños.
En ese mágico ambiente, los chiquitectos han podido convertir, durante varios días, las letras impresas de tres famosos escritores en fabulosas construcciones. El viernes por la tarde desafiamos a la lluvia materializando Zenobia, una de las ciudades invisibles de Italo Calvino. El sábado acompañamos al ingenioso hidalgo Don Quijote en sus aventuras, reinventando y construyendo los fantásticos escenarios de algunas de sus andanzas. Y el Domingo, para cerrar la feria y ya sin tormentas, – pero no faltos de agua 😉 – nos sumergimos en el océano con nuestro recién estrenado batiscafo, inspirados por 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne.
Una vez más, la respuesta de los vecinos de Pozuelo fue enorme y más de 200 participantes acudieron a los talleres…¡a pesar de la lluvia! Tuvimos la oportunidad de ver muchas caras conocidas, auténticos fans que no se pierden ninguna de las convocatorias, y eso es lo que realmente nos anima a seguir adelante con el mismo entusiasmo con el que ellos acuden a nuestros talleres. 🙂
¡Gracias chiquitectos! y gracias también al equipo del ayuntamiento, especialmente a Eva Barrasa, y a los organizadores de la feria, siempre atentos y dispuestos a facilitar las cosas. Es un placer trabajar así. Esperamos volver muy pronto 😉
Pablo Albaladejo es arquitecto y chiquitecto