
Un año más hemos vuelto a la maravillosa biblioteca de Villanueva de la Cañada para celebrar la Semana de la Arquitectura. Tras seis años ininterrumpidos en los que siempre hemos estado presentes la primera semana de octubre, llevábamos dos sin poder impartir talleres debido a las restricciones causadas por la pandemia.
El sábado 8 de octubre llegamos allí cargadas de material para celebrar que este premiado edificio, obra del estudio Churtichaga & de la Quadra Salcedo, cumple ahora veinte años. Un fantástico ejemplo de cómo la buena arquitectura permanece aunque pase el tiempo.
Algunas de las familias inscritas que agotaron las plazas eran usuarias de la biblioteca pero, para nuestra sorpresa, ninguna había disfrutado de nuestros talleres de arquitectura familiares…nos encantan estas primeras veces, la sorpresa de pequeños y mayores al descubrir que deben implicarse por igual en los retos que les presentamos.
Recorrer esta biblioteca tocando los materiales, encontrando la relación entre la obra construida y los planos, mirando todo con ojos de arquitecto/a, es una experiencia nueva en la que siempre se producen descubrimientos inesperados.
Un recorrido que nos inspiró y aportó ideas para pensar y diseñar la biblioteca del siglo XXI, utilizando la metodología design for change. Todo un reto para las familias que mostraron su entusiasmo construyendo unas maquetas enormes en las que no faltó un café, una sala para escalar, saltar y desentumecer el cuerpo tras las largas sesiones de estudio, y la joya de la corona, un jardín para poder leer al aire libre bajo la sombre de los árboles. Algunas amantes de los peces propusieron un acuario para relajarse aún más en las pausas de lectura y otros comunicaron las distintas plantas con toboganes de bajada en lugar de escaleras 😀
Toda una declaración de intenciones que demuestra que, para estas nuevas generaciones, las bibliotecas no son solo lugares para leer sino también para -como sucedió ese día – hacer talleres y disfrutar de una mañana nada otoñal sino más bien primaveral, en familia.
Como siempre, agradecemos al equipo de la biblioteca su disposición y ayuda y Puri Flores, su directora, que siga confiando en nosotras para celebrar los veinte años de este edificio que nos encanta recorrer y explicar con otra mirada a mayores y pequeños. ¡Larga vida a la biblio!