El pasado sábado 22 retomamos la actividad en Grey Elephant tras el largo verano con un taller muy especial, el primero en el que chiquitectos y granditectos trabajarían juntos mano a mano, en la construcción de una ciudad.
La experiencia fue un éxito: niños y adultos dedicados en cuerpo y alma a levantar un pequeño barrio en el que a todos nos hubiera encantado vivir….tanto insistimos en los equipamientos públicos que hubo un momento en el que no había viviendas…conforme avanzaba la mañana los edificios se iban reconvirtiendo, la guardería se transformó en cine y biblioteca, las oficinas en viviendas…desde el inicio allí estaban el Museo del Artilugio, la Escuela de Esgrima, una guardería cargada de flores con un huerto en la cubierta…
Tras dedicar mucho esfuerzo a las construcciones, los habitantes de Grey elephantown salieron a la calle para ver qué había a su alrededor, conocer a sus vecinos y así acometer el diseño y ejecución de la red viaria y los espacios verdes. Sugieron así: un gran parque, un pequeño jardín con su estanque, árboles de todo tipo (manzanos, abetos…) las pistas de tenis y la piscina de un polideportivo municipal…¡y a todos ellos podíamos llegar en bici!
Una vez finalizadas las obras, los chiquitectos comenzaron a habitar realmente la ciudad, unos organizaron un picnic en el parque, otros se apuntaron a natación en el polideportivo y aprovecharon para darse un chapuzón, la guardería y la casita compartieron el patio donde tender la ropa y desde el Museo del Artilugo podían oirse las melodías de la Escuela de Música. Los chiquitectos tienen muy claro cómo quieren que sea el lugar en el que viven (por eso, somos fans de Francesco Tonucci y su proyecto La ciudad de los niños), los niños no son los ciudadanos del futuro, los niños ya son ciudadanos hoy.
Muchas gracias a todos los participantes, a Neus de Wikimums que escribió esta crónica tan bonita, a Ana la chiquitecta, y a nuestra querida elefanta 🙂
¡Repetiremos!
escena cotidiana en Grey Elephantown ©chiquitectos